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Anillo de bodas que se descubrió que era de cobre


Página 7:b - “si le dijo que se case con él por lo que valgan estos objetos, todos concuerdan con que ello es válido”

Nuestra Guemará nos cuenta de un hombre que realiza los Kidushín con una prenda de seda cuyo valor exacto sólo un experto puede determinar, y que antes de los Kidushín le dice a la mujer que su valor es desconocido, por lo que quizá ni siquiera valga una prutá. Y laGuemará nos dice que esta mujer está mekudeshet, porque incluso si se descubre que su valor es inferior a una prutá, ella aceptó casarse bajo tales condiciones.

La situación de los últimos años han generado una pregunta interesante entre los grandes poskim. Ocurrió que un judío le llevó el anillo de casamiento a un joyero para hacerle un pequeño arreglo. “¿Éste es el anillo con el que te casaste?” –preguntó al joyero– “Normalmente los anillos de casamiento son de oro; ¡pero este es de cobre!”.

El pobre marido empezó a ir de un posek a otro a plantearles su situación. Cierto, si miramos el caso por el lado de la mujer, incluso que ésta haya pensado que se trataba de un anillo de oro, los Kidushín fueron igualmente válidos, pues los rabinos siempre advierten bajo la Jupá que es probable que el anillo no valga casi nada, lo que ella aceptó. No obstante, el marido tenía otro temor: siendo que no fue éste el anillo que quería comprar, puede ser que ni siquiera fuera suyo, como encontramos en varios lugares (BB 83:b, Shuljan Aruj JO”M 236:1) donde vemos que cuando alguien le vende a su compañero algo que no fue lo que le pidió, cualquiera de los dos pueden cancelar la transacción, pues en realidad no existió un acto de compra-venta de lo estipulado.

Por lo tanto, si éste hombre le pidió al joyero un anillo de oro y recibió a cambio uno de cobre, el anillo nunca fue suyo,¡y por lo tanto no puede utilizarlo para casarse con una mujer!El Gaon Rabí Shalom Yossef Eliashiv dictaminó (Bet David Zikeron Tuvia 249) que los temores y la preocupación del marido no tienen ninguna base. Pues incluso que el anillo de cobre no se convirtió en propiedad del marido, en este caso “acudirá otra Halajá a su ayuda”, en virtud de la cual los Kidushín serán Kidushín: el joyero engañoso es considerado como el deudor del marido, ya que éste entregó su dinero al joyero. Y, por lo tanto, en el instante de la compra el anillo se convierte en una prenda en manos del marido a cambio de la deuda que el joyero le debe.Esta clase de prenda es llamada en la Halajá “mashkón sheló bisheat halvaató”, y no es como las demás prendas estándares que el prestamista recibe al momento del préstamo para garantizar el pago. Más bien es considerada como una prenda de la que se apodera el prestamista una vez que el deudor no se atiene a las condiciones de pago.

Apoderarse de una prenda en esta forma equivale al cobro de la deuda,puesto que el prestamista se cobró con la prenda a cambio del dinero que no le fue pagado. Y, por lo tanto, ya sea que la venta sea considerada o no válida, no hay ningún problema con los Kidushín. Pues el valor mínimo nunca significó una traba para los Kidushín. Y, por lo tanto, incluso que la venta haya sido nula, el anillo de cobre aún es considerado como pago parcial (siendo que sirve de prenda), y por su valor fue que sus Kidushín fueron válidos. Pues, en verdad, cuando realizó los Kidushín los hizo “betabaat zu”–¡con éste anillo!

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